Me resulta lamentable el trato que la prensa le está dando a la atleta sudafricana Semenya, pero más despreciable todavía me parece el comportamiento de sus rivales, entre las que incluyo a nuestra Mayte Martínez, que sin pruebas no les cuesta nada seguir sembrando la duda.Son totalmente cobardes las insinuaciones que se están haciendo por parte de todos los medios, que han generado un clima de duda en torno de la atleta, que a falta de la obtención de los resultados de los test de verificación de sexo realizados por la IAAF no ha cometido ninguna irregularidad.
Yo me pregunto, porqué las atletas son tan valientes para acusar a esta atleta por su ambigua sexualidad, sin embargo tan cobardes ante otros atletas, que todo el mundo duda de sus métodos de entrenamientos, sus sospechosas lesiones o sus marcas en competiciones con jueces no internacionales, pero nadie se atreve a señalar con el dedo.
¿Acaso es menos deleznable el uso de sustancias prohibidas para mejorar intencionadamente el rendimiento de un atleta, que no sólo daña la salud del propio deportista sino que se trata de un delito en determinadas legislaciones?
Parece lo contrario, porque los positivos se tratan con el máximo respeto por parte de todos los profesionales, tanto periodistas como compañeros de pista, hasta que no se publique el contraanálisis.
¿Alguien se atrevería a acusar sin pruebas a Bolt de usar sustancias dopantes simplemente porque sus marcas "parecen" imposibles?
Es más facil acusar a una desconocida de un suburbio sudafricano, porque su físico "parece" imposible para una mujer.
No se puede hacer estas graves acusaciones sin ninguna prueba.
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